Los waffles son un desayuno golosina. Así le digo yo, un cake esponjoso, caramelizado y tostadito por fuera que te roba el corazón.
El origen de los waffles clásicos reside en Europa, en Bélgica donde se popularizaron a partir del sigo XII. Su nombre «waffle» proviene del término frances «walfre» que significa panal de abejas, ya que los primeros waffles se parecían a este tipo de panal.
Durante la edad media eran considerados un lujo culinario que solo se consumía en ocasiones especiales como bautizos o matrimonios. Con el tiempo esta delicia suave y crujiente se fue popularizando por todas partes del mundo y se relaciona con el desayuno o brunch.
Ingredientes
1 ½ tz leche
½ tz mantequilla
2 tz harina
¼ tz azúcar
2 cdta polvo de hornear
½ cdta vanilla
¼ cdta sal
2 huevos
- Mezcla la harina, polvo de hornear y azúcar. Aparte mezcla las yemas, leche, mantequilla y vainilla. Incorpora esta mezcla líquida poco a poco a la mezcla de harina.
- En un bowl limpio bate las claras de huevo hasta punto de nieve. Con ayuda de una espátula incorpora poco a poco las claras en la masa.
- Coloca la masa en tu waflera hasta el nivel de cocido deseado.
Tip
Para decorar frambuesas, frutillas, miel de maple, chispas de chocolate, etc