Ingredientes
2 cucharadas de aceite de oliva
1 pechuga de pollo deshuesada / sin piel
Sal / Pimienta al gusto
1 libra de pasta tipo tallarín
1 taza de agua de pasta reservada
1 + 1/2 cucharadita de ralladura de limón
2 cucharadas de jugo de limón
1 ½ tazas de ricotta descremada
1/2 taza de queso parmesano rallado y más para adornar
5 oz. espinacas frescas
Paso a Paso
Cocina la pasta de acuerdo con las instrucciones del paquete, reserva 1 taza de agua de la pasta antes de escurrirla. Deja de lado.
Mientras se cocina la pasta, caliente 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén de hierro fundido a fuego medio-alto.
Marca la pechuga de pollo y corte la costura para crear 2 rebanadas más delgadas, cada una de aproximadamente una pulgada de espesor. Sazona cada lado con las cantidades deseadas de sal y pimienta.
Sella el pollo en la sartén caliente durante unos 3-5 minutos en cada lado. Abstente de mover el pollo, ya que chisporrotea, dificultará el buen color dorado dorado. Si la sartén se calienta demasiado, reduzca el fuego a medio. Una vez que cada lado esté bien dorado y el medio esté cocido, coloca el pollo a un lado. No lo cortes aún.
Reduce el calor de la sartén a medio bajo. Agrega la mitad del agua reservada, la ralladura de limón, el jugo de limón, la ricotta, el queso parmesano y la pasta escurrida. Mezcla uniformemente para cubrir. Agrega agua reservada adicional según sea necesario para obtener la consistencia deseada.
Corta el pollo en tiras y rematar la pasta. Finalmente, mezcle la espinaca y caliente hasta que esté simplemente marchita.
Adorna con queso parmesano adicional si lo desea, y sirva!