Hay recetas que te hacen sentir como si hubieras viajado sin salir de la cocina. Las madeleines, esas pequeñas conchitas de origen francés, son uno de esos dulces delicados que te roban el alma con su aroma a mantequilla dorada y su textura esponjosa, casi etérea.

Fueron uno de los primeros dulces franceses que me enamoraron cuando estudié pastelería, y hoy quiero contarte su origen, la ciencia que hay detrás de su textura perfecta, y por supuesto, cómo prepararlas en casa con todos los secretos para que te salgan igualitas a las de una pâtisserie parisina —pero hechas aquí en Ecuador 🇪🇨


🇫🇷 ¿De dónde vienen las madeleines?

Las madeleines nacieron en Commercy, una pequeña ciudad en la región de Lorena, al noreste de Francia, en el siglo XVIII. La historia más conocida dice que fueron creadas por una joven cocinera llamada Madeleine Paulmier, quien las preparó para el duque Stanislas Leszczyński. A él le gustaron tanto que las nombró en su honor, y con el tiempo se convirtieron en una joya de la pastelería francesa.

Pero lo que realmente las volvió inmortales fue la pluma de Marcel Proust, quien en su novela En busca del tiempo perdido escribió sobre cómo una simple madeleine mojada en té lo transportaba a su infancia. Desde entonces, estas magdalenas francesas se convirtieron en símbolo de la memoria y el sabor emocional.


🧪 ¿Qué tiene de especial esta receta?

Las madeleines tienen su ciencia:

  • Se airean los huevos con azúcar durante 10 minutos, lo que atrapa burbujas de aire en la masa y da esa textura ligera.
  • La mantequilla derretida (idealmente avellanada) le da ese aroma profundo y ese sabor a nuez tan característico.
  • La masa debe reposar en frío, lo que ayuda a que se forme la clásica “jorobita” al hornearse.
  • Y sí, el molde especial con forma de concha también influye: más superficie de contacto para una cocción uniforme y bordes doraditos.

🌰 ¿Qué es y cómo se hace la mantequilla avellanada (beurre noisette)?

La mantequilla avellanada se llama así porque al cocinarla lentamente, los sólidos de la leche se doran y toman un sabor y aroma similar al de las avellanas.

¿Cómo hacerla?

  1. Pon la mantequilla en una ollita a fuego medio.
  2. Derrite y cocina lentamente. Empezará a burbujear.
  3. Los sólidos de la leche se irán al fondo y se dorarán. Cuando tenga color ámbar claro y huela a nuez tostada, ¡está lista!
  4. Cuélala y déjala enfriar antes de usarla.

📝 Receta de Madeleines clásicas

rinde aprox. 16 unidades

Ingredientes:

  • Huevos grandes: 2 unidades (100 g)
  • Extracto de vainilla: 1 cucharadita (5 ml)
  • Azúcar granulada: 100 g (½ taza)
  • Harina común: 93 g (¾ taza)
  • Polvo de hornear: ¼ cucharadita (1 g)
  • Sal: ¼ cucharadita (1 g)
  • Ralladura de limón: 1 cucharada (6 g)
  • Mantequilla sin sal: 85 g (6 cucharadas), derretida o avellanada y enfriada
  • Azúcar glas para decorar: 30 g (¼ taza)

👩‍🍳 Preparación paso a paso

  1. En el bowl de una batidora, bate los huevos con la vainilla a velocidad alta por 2 minutos, hasta que estén pálidos.
  2. Agrega el azúcar granulada poco a poco y sigue batiendo por 8 minutos más, hasta que la mezcla esté espesa y forme una cinta al levantar el batidor.
  3. En otro bowl, mezcla la harina, el polvo de hornear y la sal. Agrega estos ingredientes secos a la mezcla de huevos en tres partes, usando una espátula con movimientos envolventes.
  4. Incorpora la ralladura de limón.
  5. Agrega la mantequilla derretida o avellanada, vertiéndola por los bordes del bowl. Mezcla con cuidado para no desinflar la masa.
  6. Tapa el bowl y refrigera por 45 minutos hasta 1 hora.
  7. Precalienta el horno a 190 °C. Engrasa bien tu molde para madeleines.
  8. Llena cada cavidad hasta ¾ de su capacidad. Hornea por 12 minutos, hasta que estén doradas y con “jorobita”.
  9. Deja enfriar, desmolda y espolvorea con azúcar glas.

🤓 Datos curiosos:

  • En Francia, las madeleines se comen solitas o con té.
  • En Ecuador se pueden acompañar con café pasado o con chocolate caliente.
  • El secreto de la “jorobita” es el contraste de temperatura entre la masa fría y el horno caliente.
  • ¡También puedes hacer versiones con naranja, vainilla, pistacho o incluso con chocolate derretido en la base!

Si nunca has hecho madeleines, este es el momento perfecto para intentarlo.
Son el tipo de receta que parece delicada, pero que con cariño y técnica te devuelve el triple de satisfacción.
Y si las preparas, ya sabes: etiquétame en Instagram como @lasrecetasdeanitabelen. ¡Me encantará ver tus conchitas doradas y celebrar contigo cada horneada!

Con amor y aroma a mantequilla tostada,
Anita Belén 💛🇫🇷


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