Si hablamos de panes que enamoran desde el primer mordisco, la focaccia se lleva todos los aplausos.
Con su masa esponjosa, su costra doradita y ese sabor a aceite de oliva, sal y hierbas frescas, este pan es todo lo que está bien. Perfecto para acompañar una comida, para picar con amigos o simplemente para disfrutar solito, recién salido del horno 😍🍞

Hoy quiero contarte un poco sobre su origen, qué ingredientes lleva y algunos datos curiosos que te van a dar ganas de prepararla en casa.


🇮🇹 ¿De dónde viene la focaccia?

La focaccia es un pan originario de Italia, más específicamente de la región de Liguria, al norte del país. Su nombre viene del latín “focus”, que significa “hogar” o “fuego”, ya que en la antigüedad se cocinaba directamente sobre el fuego o en hornos de leña.

Mucho antes de las pizzas, ya los romanos preparaban versiones primitivas de focaccia. Incluso hay historiadores que creen que fue la precursora directa de la pizza napolitana, pero más gruesa y más panosa.

En Italia, la focaccia más conocida es la Focaccia Genovese o Fugassa, que tiene una textura suave por dentro, una superficie con huequitos y se cubre con aceite de oliva y sal gruesa. También existen versiones con cebolla, aceitunas, tomates, papas, romero y hasta uvas (sí, uvas 🍇).


📝 ¿Qué ingredientes lleva una focaccia tradicional?

La receta clásica se hace con ingredientes simples, pero de buena calidad:

  • Harina de trigo
  • Agua
  • Levadura
  • Aceite de oliva extra virgen (¡el alma del pan!)
  • Sal
  • A veces un poquito de azúcar o miel para activar la levadura
  • Hierbas aromáticas como romero o orégano

Una vez lista la masa y después de su primer levado, se extiende en una bandeja, se le hacen huequitos con los dedos y se le pone más aceite y los toppings que uno quiera. Luego se hornea hasta que esté bien doradita y lista para devorar.


Receta

PARA LA MASA

1¾ tazas de agua tibia
2 cucharaditas de levadura seca instantánea
2 cucharaditas de azúcar
4 tazas de harina común o harina de fuerza
3 cucharaditas de sal
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra + 2 cucharadas para engrasar el molde o usar papel vegetal.

PARA LA CUBIERTA

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas de agua
½ cucharadita de sal + sal en escamas (opcional)
3 pizcas de romero (opcional, al gusto); fresco o seco.

  • Mezcla la levadura con agua tivia y azúcar y espera 5 minutos hasta que se active.
  • La levadura debe disolverse por completo. Si no lo hace, comienza de nuevo.
  • En un tazón grande, agrega la harina y la sal y revuelva.
  • Ahora agrega la mezcla de levadura y agua y revuelva con una cuchara de madera resistente hasta obtener una masa húmeda y pegajosa (aproximadamente 1 minuto). Agregue aceite de oliva virgen extra y revuelva un minuto más hasta que se integre.
  • Cubre el tazón con un paño húmedo o film transparente, dejando suficiente espacio entre la masa y el paño.
  • Coloca el tazón en un horno ligeramente caliente durante 1.5 a 2 horas o hasta que doble su volumen. El horno debe estar caliente pero no encendido. Deja reposar 2 horas.
  • Dobla la masa sobre sí misma de 20 a 40 veces de afuera hacia adentro mientras aún está en el recipiente. Deja de doblar cuando la masa esté compacta; lo notarás.
  • Engrasa el molde con aceite de oliva y coloca la masa, extiende la masa hasta cubrir casi todo el molde.
  • Humedece tus manos para que la masa no se pegue.
  • Cúbrela con un paño húmedo, una bandeja de horno o film transparente. Deja levar una segunda vez en un rincón cálido de la cocina durante 45 minutos.
  • Mientras tanto, precalienta el horno a 230 °C y prepara la cobertura.
  • En un tazón pequeño, mezcla 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas de agua y ½ cucharadita de sal hasta que se disuelva.
  • Sumerge los dedos y presiona la focaccia formando hoyuelos.
  • Vierte el resto de la mezcla de aceite y agua sobre la masa, dejando que penetre en los hoyuelos. Finalmente añade 3 pizcas de romero y espolvorea con sal marina.
  • Cuando el horno alcance los 230 °C, coloca la focaccia en la rejilla media-baja y hornéala de 20 a 25 minutos.
  • Déjalo enfriar al menos 5 minutos antes de desmoldarlo, cortarlo y servirlo.

🤓 Datos curiosos sobre la focaccia:

  • Tiene siglos de historia: ya en el Imperio Romano se preparaban panes planos similares.
  • Cada región italiana tiene su versión: en algunas zonas es más delgada, en otras más esponjosa. En Liguria se la sirve incluso con una tacita de café con leche, como desayuno.
  • Se puede rellenar o cubrir: hay focaccias rellenas con queso, jamón, pesto, y también versiones dulces.
  • En Ecuador está ganando popularidad: en panaderías artesanales, mercados, ferias de comida y emprendimientos, ya se la encuentra en versiones con tomate cherry, cebolla caramelizada, queso manaba, etc.

💡 Anita Belén recomienda:

Si vas a hacer focaccia en casa, no te olvides de usar un buen aceite de oliva, no tengas miedo de ponerle bastantito, y dale su tiempo a la masa para que leve bien.
Podés ponerle romero fresco, tomates, aceitunas negras o lo que tengas en casa. También podés hacer mini focaccias individuales, perfectas para loncheras o picadas.

Muy pronto te compartiré mi receta favorita de focaccia con romero y sal marina, al estilo casero, suave por dentro y con la base crocante… ¡te vas a enamorar!


¿Ya has probado hacer focaccia?
Cuéntame cómo la preparas tú o con qué la acompañas. Si la hacés y la subes a redes, no te olvides de etiquetarme como @anitabelenchef. ¡Me encanta ver sus versiones!

Nos vemos en la próxima receta,
con aroma a pan recién horneado,
Anita Belén 💛🍞

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